sábado, 6 de agosto de 2016

Cinco meses

Es una necesidad, como esas ganas irrefrenables de comerte un chocolate, tengo que escribir algo, cualquier cosa; no me pasa seguido pero últimamente siento la sensación desde el fondo de mis tripas, y como es un tema de tripas lo he ido escurriendo cada vez que voy al baño, ¿cómo? pues muy fácil, paso 45 minutos o una hora hablando solo en el baño, y escribo en mi cabeza mil cosas, algunas disparatadas, otras sin sentido, las menos divertidas, pero aunque funciona como liberador de esa magia que me empuja hacia un teclado sigue latente y arde esperando su oportunidad de salir y gritar y no solo eso, se pierde, no puedo volver a esos lugares, esas conversaciones que invento, esos personajes, entonces, por suerte, llega ese disparador, cualquier cosa, que me hace escribir y me alivia.

Hoy hace cinco meses desde la última vez que te abracé, y justo ayer nos mandaste fotos y videos de un lugar maravilloso en el que estuviste, Cliffs of Moher, intenté mandarte un audio inmediatamente pero la emoción, la misma que me embarga cada vez que pienso en ti (¡cómo te extraño!), me apretó la garganta y demoré un buen rato en poder decirte lo feliz que me hace verte caminado por el mundo, conociendo, aprendiendo, lo feliz que me hace ver por unos instantes el mundo con tus ojos.
Se que hay tantas maneras de ver el mundo como personas hay en él, entiendo, o trato de entender que otros no puedan ver lo que yo veo, y para mi en esos veinte segundos de video estás todas las respuestas a las preguntas que me hicieron: ¿a Irlanda? ¿para qué? ¿de quién fue la idea? ¿el quiere o es cosa tuya?
Por suerte no importa si todos ven o no las respuestas, ni siquiera si tú te das cuenta que las sabes, ni siquiera si yo creo que se alguna, lo que importa es que estás volando, lo que importa es que estás volando.
Te extraño mucho hijo.
Te amo.

sábado, 5 de marzo de 2016

Sentimientos encontrados

Rocha, 5 de marzo, 16:17.
Mensaje en WhatsApp:
Gastón: Ya se fue el Agu mijo?
Yo: Estoy con los dedos sobre el teclado, pero todavía no puedo escribir. Está en San Pablo esperando el vuelo a Londres.


Son las dos de la mañana, casi no pude dormir, Analía acomoda a Amanda en la silla de seguridad del auto, laxa, no sale del mundo de los sueños.
Salgo a la ruta, con mucho tiempo de anticipación, voy a buscar a tu hermano en el centro de Montevideo para volver al aeropuerto a tiempo para despedirte, recorro los pocos más de doscientos kilómetros en un par de horas, estaciono frente al apartamento, Andrés tiene la ventana abierta, la persiana subida y saca su cabeza y me saluda gritando como si fuera medio día en vez de las cuatro de la mañana.
Yo venía taciturno, casi no había intercambiado palabras en el viaje con Analía, Andrés está sonriente, alegre, me hace pasar, me muestra como pintó todo el apartamento, está inmaculado, paso al baño, huele a fabuloso y agua jane, también está impecable, me mira desparramando buena onda y me larga: - y ñery, que onda la milanga?.
Me hace reír, me contagia, nos abrazamos, - se va el Agu, - me dice, y otra vez el nudo en el pecho.
Salimos para Carrasco hablando de todo y de nada, Andrés nos hace reír con sus anécdotas del trabajo.
Son las cinco de la mañana, llegan papá y mamá, traen a Lucas y Gaby, se que estás por llegar con tu madre, miro ansioso buscándote.
Ya estamos juntos, vamos en patota a hacer el check in, la funcionaria pregunta:
- ¿Viajan todos?
- No, no, solo él.
Todo son bromas, risas, que si llegarás, que si llegarán las maletas, que vas a terminar en Dubai.
Tienes que pasar a la zona de embarque, nos empiezas a abrazar uno por uno, lloras a raudales, llegas hasta mi, me dices al oído:
- gracias por esto pa
- aprovéchalo, logro responder, y te vas.

Estoy feliz por ti hijo, pero no puedo dejar de llorar.

sábado, 27 de febrero de 2016

Hoy vi llorar a mi viejo

Hoy vi llorar a mi viejo

"Irlanda es un país soberano, miembro de la Unión Europea, que ocupa la mayor parte de la isla homónima. Su capital es Dublín, situada al este de la isla. El país tiene una única frontera terrestre, con Irlanda del Norte, una de las naciones constituyentes del Reino Unido. La isla está rodeada por el océano Atlántico y tiene el mar Céltico al sur, el canal de San Jorge al sureste y el mar de Irlanda al este. ..."
Para más datos busquen en wikipedia, hoy es 27 de febrero del año 2016, como todos los años por estas fechas el olor y el color del otoño se filtra por cada ventana, la nostalgia invade en torrentes, como siempre, mi corazón. Es difícil explicar en palabras como nos damos cuenta que el verano está dando paso al otoño, la luz del sol y sus reflejos se ven distintos, los árboles y plantas están tan verdes como en enero, pero te dicen, no se como, que sus hojas pronto caerán.
Te preguntarás, ¿eres tan observador como para darte cuenta de esto cada fin de verano?, es que el primero de marzo es mi cumpleaños y siempre se me acongoja el corazón de una manera inexplicable, los primeros días de marzo son los mejores del verano, cálidos, hermosos, el agua está tibia, pero irremediablemente tienen olor a otoño.
Y como todos los veranos, el primer fin de semana de marzo o el último de febrero festejo mi cumpleaños, aso un cordero, con o sin huesos y me río y me emborracho con mis amigos.
Este año me excusé con mis amigos, vinieron a la casa de mi viejo los amigos de mi hijo, Agustín, mi primogénito, aquel gordito que vino a mi vida cuando yo era como eres tu hoy, es que dentro de una semana emprendes tu viaje a Irlanda, un viaje de casi un año.
Decirte lo obvio, que te voy a extrañar con locura, que no puedo escribirte lo que siento porque el nudo en la garganta me duele, no es con lo que quiero que te quedes.
Quiero que recuerdes todas las veces que te dije que salieras a mirar el mundo con tus ojos, que experimentes, que aprendas, que te diviertas, que conozcas, que tengas cada día una aventura increíble.
Y también, sin dudas, quiero que te lleves las palabras de tu abuelo, cuando hoy levantó su copa y con la voz quebrada nos dijo todo lo que nos importas y sobre todo: - vuelve, que aquí estaremos esperándote.

domingo, 14 de febrero de 2016

Conjugaciones del verbo hacer y el verbo tener por Amanda Huelmo

Hoy Amanda pasó toda la mañana en la costa viendo como su hermana Abril (mi princesa) hacía una y otra vez el paro de manos y caía en la posición de la araña, sus primos, Lucas y Gaby hicieron como es de costumbre pruebas mucho más radcales.
Amanda intentó durante todo el día hacer las piruetas que vió con las posibilidades que sus cortos dos añitos le permitieron.
A la hora de la cena, cuando terminó de degustar una crema que su mamá le hizo, puso sus manos sobre la silla, los pies sobre la mesa, levantó la pelvis estilo araña y me dijo: (conjugación del verbo hacer)
- ¡Mira lo que "hazo" papá!
Más tarde, se metió al baño conmigo mientras me afeitaba, la invité a bañarse y aceptó gustosa, luego de meterme cientos de litros de agua en mis orejas con el teléfono de la ducha y haberla enjuagado le dije que llamara a su mamá:
- ¡Mamaaaaaaaa! - grito con su vocecita chillona.
Llegó Analía bromeando como siempre y abrió la puerta de la ducha para sacarla envuelta en una toalla y ahí dijo: (conjugación del verbo tener)
- Yo "tiene" frío mamá.

Ahora duermes con tus manitos apoyadas en mis piernas mientras yo escribo esto para contártelo algún invierno más adelante.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Analía me hace reír

Ayer miércoles fue una jornada de trabajo larga y me tocó estar en el hospital de Lascano, a eso de las tres de la tarde recibí de mi esposa (si, tú, Analía Oliveira) un mensaje de texto que me arrancó unas risotadas increíbles, amo tu sentido del humor y tus ocurrencias, por favor, contagiame siempre.
Sin más preámbulos aquí va textual el mensaje:

"Notificación: se encontró en el canasto de ropa sucia calzoncillo perteneciente a C.H., con gran rotura en zona genital y palometa en zona trasera. En un acto sin precedente se tiró a la basura. No te preocupes, creo que lo tenías desde que vivías en la pensión."

Te amo, este post es para ti, son estos pequeños detalles los que hacen que esté loco por ti.

miércoles, 17 de julio de 2013

Burbujitas

Había olvidado que tenía este espacio para poder dar rienda suelta a mis ganas de aporrear el teclado, y hoy amerita que haga uso de este blog.
Te paso a explicar Amanda, tu mamá se pasa leyendo todo lo que encuentra sobre el embarazo, para saber que estás haciendo, como estás creciendo, que forma tienes y que debe sentir ella según la semana del embarazo en que se encuentre; hace cosa de unos días empezó a decir que ya era hora de sentir tus movimientos porque eso dicen los expertos y otras mamás.
Está muy atenta a su pancita, o sea, a ti, por eso tres días atrás me dijo: "sentí como unas burbujitas silenciosas en la panza, no se que es, pero es nuevo y creo que fue ella", me reí y disfruté, sus alegrías también son las mías.
Ayer, mientras jugaba al fútbol, recibí un mensaje de tu mamá y como no quiero perderlo lo transcribo textual aquí, este mensaje es el que me hizo escribir esta entrada en el blog, aquí va:

"Papá: esta vez mamá tuvo la certeza de que fui yo la que produjo ese ruidito raro y apenas perceptible en su panza. Está feliz y sorprendida.
Amanda."

martes, 5 de junio de 2012

Tour de la cerveza


Martes 29 de mayo de 2012

Tour de la cerveza

El despertador no sonó, el día anterior me había acostado ofuscado con el sol todavía sonriendo y sin comer, el ruido de mis tripas también la despertó a ella, la ducha obligada (para nosotros, para los checos y los europeos en general, me da la impresión de que es un tema que los tiene absolutamente sin cuidado) y a bajar que el desayuno es solo hasta las nueve.
No tengo que explicarles que con tiempo, porque llegué temprano, y con hambre, las veces que llené la batea de porcelana con víveres varios fueron incontables.
Luego tranquilo apronté el mate, Analía tuvo que ponerse a trabajar un rato y contestar algunos correos, aproveché para lavar algo de ropa y darle al mate a ver si podía salir livianito para la calle.
A la una me acarició el viento en la vereda, avisándome que íbamos a tener un día más veraniego que primaveral, desistimos del tranvía y caminamos unas cuadras hasta la orilla del río, fotos, risas y sol, no teníamos un plan hasta las seis que comenzaba el Tour de la cerveza.
Quiso el destino que me apoyara un momento sobre la baranda que da hacia el río, con mi espalda hacia él, mirando el inmenso cerro tupido de vegetación que estaba justo frente a mi, al otro lado de la calle; a pocos metros del suelo veo entre el verde de las hojas la cabeza de un hombre que se nota va caminando:
- ¡Analía! ¡La pared del cerro tiene caminos! ¡Vamos a subir!
- ¿Qué? Ya estás con tu turismo aventura, ¿no ves qué es todo verde, pasto y árboles?
- No, no, vi a un hombre caminando, estoy seguro que se puede subir.
- ¿Te parece? Mira que no vamos a volver al hotel antes de la medianoche, es mucho tiempo para cansarse demasiado.
- ¿Te arrepientes de haber subido el monte en Budapest?
- No, claro que no, pero...
- ¡Vamos! Este está mucho mejor, las fotos hermosas que hemos visto por todos lados las tienen que sacar de un lugar alto, estoy seguro que es aquí.
Tres cuadras más adelante, unas escaleras y un caminito de adoquines asomaban tímidamente entre los árboles hasta tocar la vereda.
Arriba hay un parque muy bien cuidado donde la gente va a correr, tomar sol, charlar y al cual por supuesto se llega por los montones de calles que terminan en él por su cara menos empinada, solo el hombre y una pareja de uruguayos suben por la cara vertical que da al río.
La vista de la ciudad, del río, de los puentes que lo cruzan es espectacular, sacamos montones de fotos, incluso puse una de ellas en mi portada del face.
Disfrutamos muchísimo el parque y sus vistas, seguimos caminando por lo alto con el río allá abajo, tanto caminamos que nos acercamos hasta el Castillo de Praga y ya que estábamos tan cerca nos dirigimos a él.
Recorrimos todos los edificios que rodean al Castillo, sabiendo que al otro día volveríamos porque ya teníamos los tickets comprados para hacer el paseo del Castillo, no nos preocupó porque se disfruta igual y lo bueno de las visitas guiadas es lo que te cuentan.
Bajamos, caminamos un poco por el barrio barroco, hermoso como todo en Praga, nos dio hambre y nos sentamos en un boliche a comer, pedimos unas entradas típicas de la cocina checa y un par de jarras de cerveza, la tarde invitaba a seguir tomando.
Cruzamos el puente Carlos para dirigirnos al punto de encuentro, iban varias horas de caminata y unos cuantos kilómetros, nos quedamos a descansar en medio del puente escuchando a unos músicos callejeros que la rompieron.
Llegamos al punto de encuentro, Pablo, el guía, nos pidió que esperáramos porque faltaba llegar gente; al final en el grupo solo éramos 9, eso incluye a un brasilero que no le entendía nada al guía pero si a nosotros, así que fuimos guiados y guías a la vez.
El tour fue la frutilla de la torta para culminar un día espectacular, los 4 boliches a los que nos llevaron no son turísticos, por el contrario, allí solo hay checos tomando cerveza y charlando.
La cerveza que tomamos no es pasteurizada, está en tanques de 500 litros y tiene una vida útil de no más de tres días, luego se pudre; hicimos la prueba del escarbadientes que consiste en dejar caer uno de estos palillos sobre la espuma de la cerveza, el palito queda clavado de tan densa que es la espuma.
Por supuesto que cada cerveza iba acompañada de una historia, datos, cifras y cuentos interesantísimos, pero cuando nos hicimos íntimos amigos de los otros 7 participantes incluido el brasilero poca bola más le dimos al guía.
Había una pareja de españoles, él estaba indignadísimo con los checos porque esa misma tarde le había pasado lo mismo que a mi con el cambio: “¡joder hombre!¡qué esto no te lo hacen en ningún lugar de Europa!, lloré de felicidad, lo hice reír al español como media hora.
Le preguntamos la edad a 2 chiquilinas españolas que también estaban con nosotros, 20 añitos, estudiando y viviendo en Alemania, hablaban inglés, alemán y francés, pensé lo lejos que están nuestros jóvenes de éstas oportunidades. Las otras 2, unas amigas de unos 35 años con unas ganas de fiesta que ni te digo, por suerte estaba el brasilero que empezó a entender clarito nuestro idioma.
Cenamos, también espectacular, nuestro plato tenía pato, cerdo, salchicha checa, verdura saltada y otras cosas que no supimos que eran, el guía dijo que nos acompañaba si queríamos seguir tomando y yo con varias cervezas arriba dije: ¡por supuesto!
Cuando le dije al guía que iba a tomar absenta, que había leído que en República Checa es legal aun con la raíz que produce alucinaciones, me miró y dijo que se tenía que ir y salió casi que corriendo; ELLA me suplicó, que no iba a poder conmigo, que como hacía para llevarme al hotel, porque es obvio que iba a quedar fuera de combate, mil argumentos, hasta en un momento un tono de prohibición; a esa altura poco me importaba donde iba a quedar durmiendo, pero venció la sensatez y entre risas y tomados de la mano nos dirijimos hacia la parada del tranvía.